Lecciones de Vida
Eduardo Artés: “¿Cómo voy a odiar EEUU si mi nieto es chileno - estadounidense?”
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Soy marxista, mis padres y mis abuelos eran del Partido Comunista, mi abuelo fue dirigente anarquista en un sindicato obrero. A temprana edad, entré al Instituto Chino de Cultura, ahí conocí el pensamiento de Mao Zedong, leí sus libros de guerra, después llegué al Libro Rojo y comencé a introducirme en otros autores marxistas. Ser de izquierda y ser joven era casi un sinónimo, todos andábamos con un libro en la mano, leía en mis tiempos libres.
Desde los 13 años comencé a trabajar en un taller de cerrajería con un tío, mientras continuaba mis estudios en la escuela nocturna del Barros Borgoño y después en la Normal Abelardo Núñez (Universidad de Santiago), en donde me pilló el Golpe de Estado, tuve que esconder algunos libros en entretechos o les cambiaba las tapas.
No me fui al exilio, decidí quedarme a defender la democracia en Chile. Salí varias veces del país, de forma legal e ilegal, para coordinar grupos de resistencia, estuve dos veces en Albania (1976 y 1986).
Ser marxista después de la caída del muro de Berlín no es contradictorio, hoy puedo enumerar una cantidad de países que tienen gobierno comunista (Cuba, China, Corea del Norte, Nicaragua, etc.). La sombra del socialismo aún vive en los países que abandonaron el este. Rusia no se puede entender sin la URSS.
Tengo cariño al pueblo norteamericano, los trabajadores han hecho mucho para obtener derechos. El Día del Trabajo y el de la Mujer son conmemoraciones de las matanzas a trabajadores ocurridas en ese país. Lo que no me gusta es el Estado norteamericano, que ha invadido pueblos y oprime a las personas.
¿Cómo voy a odiar EEUU si mi nieto es chileno-estadounidense? Mi hija se casó con un gringo (Max), ahora están divorciados. La primera vez que fue a conversar conmigo estaba asustado, así que llegó con una polera del Che Guevara. No por ser norteamericano va a ser de derecha.
Mi ex yerno es un hombre trabajador y progresista que me dio un nieto quien de a poco me ha ido preguntando sobre la sociedad de países socialistas. Debe ser un proceso natural y cuando llegue el momento, él deberá elegir si es que quiere ser marxista, yo no lo obligaré, pero los niños se dan cuenta de quiénes son las lacras capitalistas.
Al ser la mía una candidatura popular tenemos mucho trabajo de calle, de organización social, contacto con sindicatos, federaciones, confederación de trabajadores, organizaciones vecinales. Hemos estado focalizados y centralizados en la organización social, de donde somos.
Damos la pelea en los frentes ideológico, cultural, la movilización social y política como es participar en las elecciones. Nosotros vamos detrás de una revolución socialista que haga que nunca más el Estado sea un juguete del mercado.
Generalmente no tengo culpa por las cosas que hago, si pudiera nombrar un placer culpable es tomarme un buen café americano a la vena todos los días. La comida depende de la temporada, pero soy fanático de los porotos en todas sus formas de preparación, soy bueno para comer ensalada, principalmente la chilena.
En el escaso tiempo libre que tengo, me gusta ir a la costa, mirar el mar y sentir la brisa marina tocando mi cara; cada vez que puedo vuelvo a ver Viaje a las estrellas y miro algún documental sobre la Edad Media y la época antigua”.